Una semana en el mundo

Como los ciclistas, levanta las manos tras la primera meta: una semana. Ahora a por la siguiente

"Desde muy muy bien, hasta muy muy mal"

Hoy es domingo. A las 12.15 horas Pilarita estaba sobre el pecho de papá justo cumpliendo una semana exacta de vida: 168 horas. Es inevitable que se nos vengan a la cabeza aquellos momentos en los que los médicos nos decían que esto podría salir "desde muy muy bien, hasta muy muy mal". Mamá y papá han recordado juntos algunos detalles de aquellos momentos tan tensos, pero ahora ya con mamá de alta y sabiendo que Pilar está bien y en buenas manos. Por fin hemos estado juntos de nuevo en Misa, rezando para que esto siga así, porque sabemos que de aquí hasta que salga del Vall d`Hebron pueden pasar mil cosas; el camino es largo.

Seis centímetros cúbicos y sumando

Desde que se ha recuperado de la bilirrubina, Pilarita no sólo está más tranquila, sino que además asimila mucho mejor la leche de mamá. Hoy ha alcanzado los 6cc. por toma, no está nada mal pensando que hace tres días eran 2cc. y lo que asimilaba era prácticamente inapreciable.

También han mejorado muchísimo sus reacciones ante las sorpresas. Ya no arquea todo el cuerpo ni llora cuando la sacan para estar con nosotros. Hoy, incluso, al quitárnosla para devolverla a la incubadora, ha hecho el traslado medio dormida y con quejidos muy ligeros.

Los papás seguimos conmovidos cada vez que esta criatura abre los ojitos. Sabemos que no ve, que sólo nota si hay luz o no, pero siempre pensamos que los abre para asegurarse de que está ya con papá y mamá, donde se le quiere más que en ningún otro sitio.

Donantes de tiempo y donantes de sangre

Un día dedicaremos una entrada a los agradecimientos, porque la lista es interminable. Pero la generosidad de los cercanos también es digna de mencionarse. Quien es generoso, lo es para todo, y eso, en las familias Pérez y Sarrias, se nota. Ayer los Sarrias Pradas vinieron con un suculento desayuno a la habitación donde estaban a punto de dar el alta a María. Lo que ayer no contamos es que allí nos anunciaron que había gente del banco de sangre recogiendo donaciones; y Dani, sin pensarlo dos veces, se plantó allí para que le extrajeran sangre. No me extrañaría nada que, sonriendo, les dijera a las enfermeras: "ey, guardadla bien, que es sangre culé".

Bueno, quien quiera, ya sabe el bien que se hace con esto, los del banco de sangre están siempre en el Vall d'Hebrón, por si os animáis.



Pilarita, mañana conocerás a tus otros abuelitos, los de Pamplona, que se mueren de ganas de verte. ¡Ponte tan guapa como hoy, eh!